1º DE BACHILLERATO
COMENTARIO DE TEXTO.
COMENTARIO DE TEXTO.
DEBÉIS SEGUIR LAS PAUTAS QUE HEMOS APRENDIDO Y TRABAJAR TODOS LOS NIVELES DE LA LENGUA.
ANÁLISIS MORFOSINTÁCTICO DE LAS ORACIONES RESALTADAS EN NEGRITA.
SEMANA DEL 15-18 JUNIO
ANÁLISIS MORFOSINTÁCTICO DE LAS ORACIONES RESALTADAS EN NEGRITA.
SEMANA DEL 15-18 JUNIO
El
Nini siguió avanzando por la calleja solitaria, arrimado a las casas para
eludir el lodazal. Restregaba la moneda que portaba en la mano contra los muros
de adobe y al llegar a la primera esquina examinó el brillo nacido en el borde
con pueril fruición. El barrizal era allí más espeso, pero el niño lo atravesó
sin vacilar, sumergiendo sus pies desnudos en el cieno entreverado de estiércol
y escíbalos caprinos, en la pestilente agua estancada de los relejes. Cruzó el
pueblo y antes de divisar los establos del Poderoso oyó la voz caliente de
Rabino Chico charlando con las vacas. El Rabino Chico estaba al servicio del
Poderoso y tenía fama de comprender el lenguaje de los animales.
El
Rabino Grande, el Pastor, y el Rabino Chico, el Vaquero del Poderoso, eran
hijos del Viejo Rabino, el que, al decir de don Eustasio de la Piedra, el
Profesor, era una prueba viva de que el hombre provenía del mono. En efecto, el
Viejo Rabino tenía dos vértebras coxígeas de más, a la manera de un rabo
truncado, y el cuerpo cubierto de un vello negro y espeso, y cuando se cansaba
de andar sobre los pies podía hacerlo fácilmente sobre las manos. Por todo
ello, don Eustasio de la Piedra le invitó por San Quinciano, allá por el año
33, a un Congreso Internacional, sin otra mira que demostrar ante sus colegas
que el hombre descendía del mono y que aún era posible encontrar ejemplares a
mitad de la evolución. Después de aquello, don Eustasio le llamaba a la capital
cada vez que recibía una visita de cumplido y le hacía desnudar y dar vueltas sobre
las manos, muy despacito, encima de una mesa. Al principio, el Viejo Rabino
sentía vergüenza, pero pronto se habituó e incluso permitía que don Eustasio,
que era un sabio, le tentara las dos vértebras coxígeas sin inmutarse. A partir
de entonces, cada vez que un forastero mostraba interés por su particularidad,
el Viejo Rabino se soltaba la pretina y se la enseñaba.
...
Las ratas. Miguel
Delibes.
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