ADAPTARSE A LOS NUEVOS TIEMPOS ESCUCHANDO A UN GRAN POETA Y GRAN RECITADOR.
Collige, virgo, rosas...
Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana,
...
“Carpe diem quam minimum credula postero”
Carminum I, 11
(En este Carmen, Horacio tienta a Leucónoe, a la que invita a escanciar vino en su breve vida y a que ate en corto las largas esperanzas, pues mientras ellos hablan, el tiempo, envidioso, habrá huido. Brillante labia la de Horacio, que invitaba a una jovencita a quitarse “los trajes” y “las señas” para disfrutar del tiempo, mientras la juventud aún latía bajo sus tiernos miembros.)
¡Ay, Horacio, Horacio! Qué bien te entiende don Luis Alberto de Cuenca.
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